BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Don Juan Manuel

1282 - 1349

 

Libro de los estados

 

El segundo libro

 

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[Capítulo IV]

 

El iiii° capítulo fabla en cómmo Julio dixo al infante qué secta era la de los moros, et qué es aquello que creen et qué es aquello que non.

 

«Et, sennor infante, commo quier que tantas cosas a en las sectas de los moros, las unas [    ] erradas, que cuidan (ellas) que las entienden ellos más derechamente que nós – que non podrían ser escriptas en otro tamanno libro commo éste – sennaladamente [es] una déllas que ellos dizen que Jhesu Christo non era Dios, et la otra que Dios non murió. Et los captivos son errados, porque non (en) {105b} entienden la cosa commo es. Ca en parte esto así es et así lo creemos nós, ca nós cremos – [et] es verdad – que Jhesu Christo, en quanto era omne verdaderamente – lo que llaman los clérigos umanidad – esta umanidad non era Dios, [mas Dios] que se ayuntó con la umanidad; éste era entonçe Dios et era ante sin comienço Dios et es agora Dios et será para sienpre sin fin Dios. Et así en quanto non creen que Jhesu Christo era Dios, creen verdad en la manera que es dicho, mas créenlo nesçiamente. Et otrosí en quanto creen que Jhesu Christo, seyendo Dios, non murió, eso mismo cremos: ca nós non cremos que la divinidat murió, nin podría mûrir. Mas la umanidad, que era el cuerpo verdadero de omne de Jhesu Christo, que era ayuntado a la divinidad, aquél murió verdaderamente por redemir los pecadores.

Et así, sennor infante, por estas et por otras muchas maneras, pueden los sacerdotes vençer los moros por rrazón et por sciençia.»

Agora vos he dicho algunas maneras commo los sacerdotes pueden lidiar et vençer por sçiençias las tres maneras [de gentes] que vos dixe desuso, que son christianos et judíos et moros. Et finca [    ] que vos non dixe aún cómmo deven [et] pueden lidiar et vençer la quarta manera de gentes, que son los paganos et gentiles, que non creen nin han ninguna ley nin secta çierta. Et sin dubda, sennor infante, esto será muy más grave de fazer; ca el que cree alguna cosa escripta, si por aventura non la entiende commo deve, puédelo omne vençer; mas el que non cree ninguna escriptura, non le puede omne vençer por ella [. . .]. Et si alegáredes los Evangelios, dirán eso mismo. Et si Alcorán – que fue lo que Mayomad dexó por ley a los moros, et non lo es, sinon secta errada en que los puso – bien así dirán que non saben {105c} qué vos dezides. Et por ende, los paganos non se pueden vençer por escripturas, et alos omne a vençer con rrazón.

Et bien cred, sennor infante, que fablar en esto es muy grant peligro, por dos rrazones: la primera es [. . .]. {105d} Et así podedes entender si es grant peligro fablar en estas cosas en manera que las puedan todos oír et leer.

Et commo quier que estas contrariedades ý a, çierto es que todo es guardado et todo es verdad, segunt lo tiene Sancta Eglesia. Mas en fablar en ello, sennaladamente ante los que non son muy entendudos et sotiles, es muy grant peligro, ca non entenderán toda la verdat et fincarán en alguna dubda. Et aun es muy mayor peligro en lo fablar ante los que an sotil entendimiento si non an el entendimiento et la creençia de nuestra sancta ley et fe católica firmemente; ca la sotileza les fará caer por ventura en tales dubdas o yerros que les fuera mejor nunca aver[lo] leído. Et por ende fablar en estas cosas tales, develo omne fazer commo quien se calienta {106a} al fuego: que si mucho se lega, quemarse a; et si non se calienta, morra de frío.

Et por ende, lo primero vos digo que la sancta fe cathólica es en todo et por todo verdaderamente así commo la Sancta Eglesia de Roma lo cree simplemente. Et pido por merçed a Dios que en onrra et ençalçamiento délla quiera Él que tome yo muerte de martirio. Et juro a Dios que si yo, por el poco entendimiento que Dios me dio, non entendiera que esta nuestra sancta fe católica es la ley en que nos podemos salvar et que en otra non se puede salvar omne, et que me podría mejor salvar en otra, que aquélla tomara. Mas, non tan solamente lo creo, ante sé çiertamente que non a otra ley en que omne a este tienpo se pueda salvar.

Et commo quier que todo se puede provar por rrazón et fío por Dios que lo mostraré yo en este libro, pero porque es muy grant peligro de fablar en tales cosas en guisa que lo oyan et lo sepan todas – ca en las cosas que se oyen o se leyen acontesçe así [que] lo bien dicho non es gradesçido, et lo que paresçe que non es tan bien dicho, a[un]que la culpa non sea del que lo dixo, sinon del que lo oye, non lo entiende [et] sienpre porná la culpa al que lo fizo – et por ende estas cosas en que los que lo non pudiesen entender podrían tomar alguna dubda, por mengua de los sus entendimientos, estas tales cosas quiérelas yo poner por letras tan escuras que los que non fueren muy sotiles non las puedan emendar. Et quando viniere alguno que aya entendimiento para lo leer, so çierto que abrá entendimiento para lo entender, et plazerle a por lo que fallará escripto et aprovecharse a dello; et el que lo non entendiere non podrá caer en dubda por lo que leyere, pues non pudiere leer por escuridat de las {106b} letras. Et aun he pensado que todo lo que pudiere dezir, fablando segund las maneras que se dizen en la Sancta Scriptura – segund es la verdad en que ninguno non puede dubdar – que las [declararé] por este nuestro romançe llanamente; et las cosas en que los que las non entendiesen podrían dubdar – non por la cosa que yo diría, mas por la mengua de lo non entender ellos – las tales cosas scrivirlas he por la manera escura que vos ya dixi. Et por que, por aventura, alguno a qui yo mostré aquella manera de scrivir, lo podría entender, escrivirlo he más guardadamente que yo pudiere. Et si alguno leyere este libro et non pudiere leer estas letras, si fuere omne a qui yo deva o pueda ir, enbíe por mí; et si fuere omne que deva venir a mí, fágalo si quisiere saber lo que las letras quieren dezir.»