BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Lope de Vega

1562 - 1635

 

Comedia famosa de

Fuente Ovejuna

 

1611/18

 

______________________________________________________________

 

 

 

Acto segundo

 

[Plaza de Fuente Ovejuna]

 

Salen Esteban y Regidor 1°.

 

Esteban:

860

|| Assí tenga salud, como parece,

que no se saque más agora el pósito.

El año apunta mal, y el tiempo crece,

y es mejor que el sustento esté en depósito,

aunque lo contradizen más de treze.

Regidor 1°:

865

Yo siempre he sido, al fin, de este propósito,

en gobernar en paz esta república.

Esteban:

Hagamos dello a Fernán Gómez súplica.

|| No se puede sufrir que estos astrólogos,

en las cosas futuras ignorantes,

870

nos quieran persuadir con largos prólogos

los secretos a Dios sólo importantes.

¡Bueno es que, presumiendo de teólogos,

hagan un tiempo en el que después y antes!

Y pidiendo el presente lo importante,

875

al más sabio veréis más ignorante.

|| ¿Tienen ellos las nubes en su casa

y el proceder de las celestes lumbres?

¿Por dónde ven lo que en el cielo passa,

para darnos con ella pesadumbres?

880

Ellos en [el] sembrar nos ponen tassa:

daca el trigo, cebada y las legumbres,

calabaças, pepinos y mostazas . . .

Ellos son, a la fe, las calabaças.

269r

|| Luego cuentan que muere una cabeça,

885

y después viene a ser en Trasilvania;

que el vino será poco, y la cerveza

sobrará por las partes de Alemania;

que se helará en Gascuña la cereza,

y que habrá muchos tigres en Hircania.

890

Y al cabo, al cabo, se siembre o no se siembre,

el año se remata por diziembre.

 

Salen el licenciado Leonelo y Barrildo.

 

Leonelo:

|| A fe, que no ganéis la palmatoria,

porque ya está ocupado el mentidero.

Barrildo:

¿Cómo os fue en Salamanca?

Leonelo:

                                                      Es larga historia.

Barrildo:

895

Un Bártulo seréis.

Leonelo:

                                    Ni aun un barbero.

Es, como digo, cosa muy notoria

en esta facultad lo que os refiero.

Barrildo:

Sin duda que venís buen estudiante.

Leonelo:

Saber he procurado lo importante.

Barrildo:

900

|| Después que vemos tanto libro impresso,

no hay nadie que de sabio no presuma.

Leonelo:

Antes que ignoran más siento por esso,

por no se reduzir a breve suma;

porque la confusión, con el excesso,

905

los intentos resuelve en vana espuma;

y aquel que de leer tiene más uso,

de ver letreros sólo está confuso.

|| No niego yo que de imprimir el arte

mil ingenios sacó de entre la xerga,

910

y que parece que en sagrada parte

sus obras guarda y contra el tiempo alberga;

éste las distribuye y las reparte.

Débese esta invención a Gutemberga,

un famoso tudesco de Maguncia,

915

en quien la fama su valor renuncia.

|| Mas muchos que opinión tuvieron grave

por imprimir sus obras la perdieron;

tras esto, con el nombre del que sabe

muchos sus ignorancias imprimieron.

920

Otros, en quien la baxa envidia cabe,

sus locos desatinos escribieron,

y con nombre de aquel que aborrecían

impressos por el mundo los envían.

Barrildo:

269v

|| No soy de essa opinión.

Leonelo:

                                                  El ignorante

925

es justo que se vengue del letrado.

Barrildo:

Leonelo, la impressión es importante.

Leonelo:

Sin ella muchos siglos se han passado,

y no vemos que en éste se levante

un Jerónimo santo, un Agustino.

Barrildo:

930

Dexaldo y assentaos, que estáis mohíno.

 

Sale[n] Juan Rojo y otro Labrador.

 

Juan [Rojo]:

|| No hay en cuatro haziendas para un dote,

si es que las vistas han de ser al uso;

que el hombre que es curioso es bien que note

que en esto el barrio y vulgo anda confuso.

Labrador:

935

¿Qué hay del Comendador? ¡No os alborote!

Juan [Rojo]:

¡Cuál a Laurencia en esse campo puso!

Labrador:

¿Quién fue cual él tan bárbaro y lascivo?

Colgado le vea yo de aquel olivo.

 

Salen el Comendador, Ortuño y Flores.

 

Comendador:

|| Dios guarde la buena gente.

Regidor:

940

¡Oh, señor!

Comendador:

                        Por vida mía,

que se estén.

Esteban:

                        Vusiñoría

adonde suele se siente,

|| que en pie estaremos muy bien.

Comendador:

¡Digo que se han de sentar!

Esteban:

945

De los buenos es honrar,

que no es possible que den

|| honra los que no la tienen.

Comendador:

Siéntense; hablaremos algo.

Esteban:

¿Vio vusiñoría el galgo?

Comendador:

950

Alcalde, espantados vienen

|| essos crïados de ver

tan notable ligereza.

Esteban:

Es una extremada pieça.

Pardiez, que puede correr

955

|| a un lado de un delincuente

o de un cobarde, en qüistión.

Comendador:

Quisiera en esta ocasión

que le hiziérades pariente

a una liebre que por pies,

960

por momentos se me va.

Esteban:

Sí haré, par Dios. ¿Dónde está?

Comendador:

Allá vuestra hija es.

Esteban:

|| ¡Mi hija!

Comendador:

                        Sí.

Esteban:

                              Pues, ¿es buena

|| para alcançada de vos?

Comendador:

965

Reñidla, alcalde, por Dios.

Esteban:

¿Cómo?

Comendador:

                  Ha dado en darme pena.

|| Mujer hay, y principal,

de alguno que está en la plaça,

que dio, a la primera traça,

970

traça de verme.

Esteban:

                              Hizo mal;

|| y vos, señor, no andáis bien

en hablar tan libremente.

Comendador:

¡Oh, qué villano elocuente!

¡Ah, Flores!, haz que le den

975

|| la Política, en que lea,

de Aristóteles.

Esteban:

                              Señor,

debaxo de vuestro honor

vivir el pueblo dessea.

|| Mirad que en Fuente Ovejuna

980

hay gente muy principal.

Leonelo:

[aparte]

¿Vióse desvergüença igual?

Comendador:

Pues, ¿he dicho cosa alguna

|| de que os pese, Regidor?

Regidor:

Lo que dezís es injusto;

270r

no lo digáis, que no es justo

que nos quitéis el honor.

Comendador:

|| ¿Vosotros honor tenéis?

¡Qué freiles de Calatrava!

Regidor:

Alguno acaso se alaba

990

de la Cruz que le ponéis,

|| que no es de sangre tan limpia.

Comendador:

¿Y ensúciola yo juntando

la mía a la vuestra?

Regidor:

                                          Cuando

que el mal más tiñe que alimpia.

Comendador:

995

|| De cualquier suerte que sea,

vuestras mujeres se honran.

Esteban:

Essas palabras deshonran;

las obras no hay quien las crea.

Comendador:

|| ¡Qué cansado villanaje!

1000

¡Ah!Bien hayan las ciudades,

que a hombres de calidades

no hay quien sus gustos ataje.

|| Allá se precian casados

que visiten sus mujeres.

Esteban:

1005

No harán; que con esto quieres

que vivamos descuidados.

|| En las ciudades hay Dios

y más presto quien castiga.

Comendador:

¡Levantaos de aquí!

Esteban:

                                          ¡Qué diga

1010

lo que escucháis por los dos!

Comendador:

|| ¡Salí de la plaça luego!

No quede ninguno aquí.

Esteban:

Ya nos vamos.

Comendador:

                              ¡Pues no ansí!

Flores:

Que te reportes te ruego.

Comendador:

1015

|| Querrían hazer corrillo

los villanos en mi ausencia.

Ortuño:

Ten un poco de paciencia.

Comendador:

De tanta me maravillo.

|| Cada uno de por sí

1020

se vayan hasta sus casas.

Leonelo:

[a parte]

¡Cielo! ¿Qué por esto passas?

Esteban:

Ya yo me voy por aquí.

 

Vanse [los labradores].

 

Comendador:

|| ¿Qué os parece desta gente?

Ortuño:

No sabes dissimular,

1025

que no quieres escuchar

el disgusto que se siente.

Comendador:

|| ¿Éstos ;se igualan conmigo?

Flores:

Que no es aquesso igualarse.

Comendador:

Y el villano, ¿ha de quedarse

1030

con ballesta y sin castigo?

Flores:

|| Anoche pensé que estaba

a la puerta de Laurencia,

y a otro, que su presencia

y su capilla imitaba,

1035

|| de oreja a oreja le di

un beneficio famoso.

Comendador:

¿Dónde estará aquel Frondoso?

Flores:

Dizen que anda por ahí.

Comendador:

|| ¿Por ahí se atreve a andar

1040

hombre que matarme quiso?

Flores:

Como el ave sin aviso,

o como el pez, viene a dar

|| al reclamo o al anzuelo.

Comendador:

¡Que a un capitán cuya espada

1045

tiemblan Córdoba y Granada,

un labrador, un moçuelo

|| ponga una ballesta al pecho!

El mundo se acaba, Flores.

Flores:

Como esso pueden amores.

Ortuño:

1050

Y pues que vives, sospecho

|| que grande amistad le debes.

Comendador:

Yo he dissimulado, Ortuño;

que si no, de punta a puño,

antes de dos horas breves,

1055

|| passara todo el lugar;

que hasta que llegue ocasión

al freno de la razón

hago la vengança estar.

|| ¿Qué hay de Pascuala?

Flores:

                                                Responde

1060

que anda agora por casarse.

Comendador:

Hasta allí quiere fïarse . . .

Flores:

En fin, te remite donde

|| te pagarán de contado.

Comendador:

¿Qué hay de Olalla?

Ortuño:

                                          Una graciosa

1065

respuesta.

Comendador:

                   Es moça brïosa.

270v

¿Cómo?

Ortuño:

                  Que su desposado

|| anda tras ella estos días

celoso de mis recados

y de que con tus crïados

1070

a visitalla venías;

|| pero que, si se descuida

entrarás como primero.

Comendador:

¡Bueno, a fe de caballero!

Pero el villanejo cuida . . .

Ortuño:

1075

|| Cuida, y anda por los aires.

Comendador:

¿Qué hay de Inés?

Flores:

                                   ¿Cuál?

Comendador:

                                                   La de Antón.

Flores:

Para cualquier ocasión

ya ha ofrecido sus donaires.

|| Habléla por el corral,

1080

por donde has de entrar si quieres.

Comendador:

A las fáciles mujeres

quiero bien y pago mal.

|| Si éstas supiessen, oh Flores,

estimarse en lo que valen . . .

Flores:

1085

No hay disgustos que se igualen

a contrastar sus favores.

|| Rendirse presto desdize

de la esperança del bien;

mas hay mujeres también,

1090

[y] el filósofo [lo] dize,

|| que apetecen a los hombres

como la forma dessea

la materia; y que esto sea

assí, no hay de qué te assombres.

Comendador:

1095

|| Un hombre de amores loco

huélgase que a su accidente

se le rindan fácilmente,

mas después las tiene en poco;

|| y el camino de olvidar,

1100

al hombre más obligado

es haber poco costado

lo que pudo dessear.

 

Sale Cimbranos, soldado.

 

Cimbranos:

|| ¿Está aquí el Comendador?

Ortuño:

¿No le ves en tu presencia?

Cimbranos:

1105

¡Oh, gallardo Fernán Gómez!

Trueca la verde montera

en el blanco morrión

y el gabán en armas nuevas;

que el Maestre de Santiago

1110

y el Conde de Cabra cercan

a don Rodrigo Girón,

por la castellana Reina,

en Ciudad Real; de suerte

que no es mucho que se pierda

1115

lo que en Calatrava sabes

que tanta sangre le cuesta.

Ya divisan con las luzes,

desde las altas almenas

los castillo y leones

1120

y barras aragonesas.

Y aunque el Rey de Portugal

honrar a Girón quisiera,

no hará poco en que el Maestre

a Almagro con vida vuelva.

1125

Ponte a caballo, señor;

que sólo con que te vean

se volverán a Castilla.

Comendador:

No prosigas; tente, espera.

Haz, Ortuño, que en la plaça

1130

toquen luego una trompeta.

¿Qué soldados tengo aquí?

Ortuño:

Pienso que tienes cincuenta.

Comendador:

Pónganse a caballo todos.

Cimbranos:

Si no caminas apriessa,

1135

Ciudad Real es del Rey.

Comendador:

No hayas miedo que lo sea.

 

[Vanse.]

 

 

[Campo de Fuente Ovejuna]

 

Salen Mengo y Laurencia y Pascuala, huyendo.

 

Pascuala:

|| No te apartes de nosotras.

Mengo:

Pues, ¿aquí tenéis temor?

Laurencia:

Mengo, a la villa es mejor

1140

que vamos unas con otras,

|| pues que no hay hombre ninguno,

porque no demos con él.

Mengo:

271r

¡Que este demonio crüel

nos sea tan importuno!

Laurencia:

1145

|| No nos dexa a sol ni a sombra.

Mengo:

¡Oh rayo del cielo baxe

que sus locuras ataje!

Laurencia:

Sangrienta fiera le nombra;

|| arsénico y pestilencia

1150

del lugar.

Mengo:

                  Hanme contado

que Frondoso, aquí, en el prado,

para librarte, Laurencia,

|| le puso al pecho una jara.

Laurencia:

Los hombres aborrecía,

1155

Mengo; mas desde aquel día

los miro con otra cara.

|| ¡Gran valor tuvo Frondoso!

Pienso que le ha de costar

la vida.

Mengo:

                  Que del lugar

1160

se vaya, será forçoso.

Laurencia:

|| Aunque ya le quiero bien,

esso mismo le aconsejo;

mas recibe mi consejo

con ira, rabia y desdén;

1165

|| y jura el Comendador

que le ha de colgar de un pie.

Pascuala:

¡Mal garrotillo le dé!

Mengo:

Mala pedrada es mejor!

|| ¡Voto al sol, si le tirara

1170

con la que llevo al apero,

que al sonar el cruxidero

al casco se la encaxara!

|| No fue Sábalo, el romano,

tan vicioso por jamás.

Laurencia:

1175

Heliogábalo dirás,

más que una fiera inhumano.

Mengo:

|| Pero Galván, o quien fue,

que yo no entiendo de historia;

mas su cativa memoria

1180

vencida de éste se ve.

|| ¿Hay hombre en naturaleza

como Fernán Gómez?

Pascuala:

                                          No;

que parece que le dio

de una tigre la aspereza.

 

Sale Jacinta.

 

Jacinta:

1185

|| ¡Dadme socorro, por Dios,

si la amistad os obliga!

Laurencia:

¿Qué es esto, Jacinta, amiga?

Pascuala:

Tuyas lo somos las dos.

Jacinta:

|| Del Comendador crïados,

1190

que van a Ciudad Real,

más de infamia natural

que de noble azero armados,

|| me quieren llevar a él.

Laurencia:

Pues, Jacinta, Dios te libre;

1195

que cuando contigo es libre,

conmigo será crüel.

 

Vase.

 

Pascuala:

|| Jacinta, yo no soy hombre

que te pueda defender.

 

Vase.

 

Mengo:

Yo sí lo tengo de ser,

1200

porque tengo el ser y el nombre.

|| Llégate, Jacinta, a mí.

Jacinta:

¿Tienes armas?

Mengo:

                              Las primeras

del mundo.

Jacinta:

                        ¡Oh, si las tuvieras!

Mengo:

Piedras hay, Jacinta, aquí.

 

Salen Flores y Ortuño.

 

Flores:

1205

|| ¿Por los pies pensabas irte?

Jacinta:

Mengo, ¡muerta soy!

Mengo:

                                          Señores,

¿a estas pobres labradoras. . . ?

Ortuño:

Pues, ¿tú quieres persuadirte

|| a defender la mujer?

Mengo:

1210

Con los ruegos la defiendo;

que soy su deudo y pretendo

guardalla, si puede ser.

Flores:

|| Quitalde luego la vida.

Mengo:

¡Voto al sol, si me emberrincho,

1215

y el cáñamo me descincho,

que la llevéis bien vendida!

 

271v

Salen el Comendador y Cimbranos.

 

Comendador:

|| ¿Qué es esso? ¿A cosas tan viles

me habéis de hazer apear?

Flores:

Gente de este vil lugar,

1220

que ya es razón que aniquiles,

|| pues en nada te da gusto,

a nuestras armas se atreve.

Mengo:

Señor, si piedad os mueve

de socesso tan injusto,

1225

|| castigad estos soldados,

que con vuestro nombre agora

roban una labradora

[a] esposo y padres honrados;

|| y dadme licencia a mí

1230

que se la pueda llevar.

Comendador:

Licencia les quiero dar . . .

para vengarse de ti.

|| ¡Suelta la honda!

Mengo:

                                          ¡Señor! . . .

Comendador:

Flores, Ortuño, Cimbranos,

1235

con ella le atad las manos.

Mengo:

¿Assí volvéis por su honor?

Comendador:

|| ¿Qué piensan Fuente Ovejuna

y sus villanos de mí?

Mengo:

Señor, ¿en qué os ofendí,

1240

ni el pueblo en cosa ninguna?

Flores:

|| ¿Ha de morir?

Comendador:

                                    No ensuziéis

las armas, que habéis de honrar

en otro mejor lugar.

Ortuño:

¿Qué mandas?

Comendador:

                              Que lo açotéis.

1245

|| Llevadle, y en esse roble

le atad y le desnudad,

y con las riendas . . .

Mengo:

                                    ¡Piedad!

¡Piedad, pues sois hombre noble!

Comendador:

|| . . . açotadle hasta que salten

1250

los hierros de las correas.

Mengo:

¡Cielos!¿A hazañas tan feas

queréis que castigos falten?

 

Vanse [Mengo, Flores y Ortuño].

 

Comendador:

|| Tú, villana, ¿por qué huyes?

¿Es mejor un labrador

1255

que un hombre de mi valor?

Jacinta:

¡Harto bien me restituyes

|| el honor que me han quitado

en llevarme para ti!

Comendador:

¿En quererte llevar?

Jacinta:

                                          Sí;

1260

porque tengo un padre honrado,

|| que si en alto nacimiento

no te iguala, en las costumbres

te vence.

Comendador:

                  Las pesadumbres

y el villano atrevimiento

1265

|| no tiemplan bien un airado.

¡Tira por ahí!

Jacinta:

                              ¿Con quién?

Comendador:

¡Conmigo!

Jacinta:

                        Míralo bien.

Comendador:

Para tu mal lo he mirado.

|| Ya no mía, del bagaje

1270

del exército has de ser.

Jacinta:

No tiene el mundo poder

para hazerme, viva, ultraje.

Comendador:

|| Ea, villana, camina.

Jacinta:

¡Piedad, señor!

Comendador:

                                    No hay piedad.

Jacinta:

1275

Apelo de tu crueldad

a la justicia divina.

 

Llévanla y vanse, y salen Laurencia y Frondoso.

 

Laurencia:

|| ¿Cómo assí a venir te atreves,

sin temer tu dañ?.

Frondoso:

                                    Ha sido

dar testimonio cumplido

1280

de la afición que me debes.

|| Desde aquel recuesto vi

salir al Comendador,

y, fiado en tu valor

todo mi temor perdí.

1285

|| ¡Vaya donde no le vean

volver!

Laurencia:

                  Tente en maldezir,

porque suele más vivir

al que la muerte dessean.

Frondoso:

|| Si es esso, viva mil años,

1290

y assí se hará todo bien

pues desseándole bien,

estarán ciertos sus daños.

|| Laurencia, desseo saber

272r

si vive en ti mi cuidado,

1295

y si mi lealtad ha hallado

el puerto de merecer.

|| Mira que toda la villa

ya para en uno nos tiene;

y de cómo a ser no viene

1300

la villa se maravilla.

|| Los desdeñosos extremos

dexa, y responde no o sí.

Laurencia:

Pues a la villa y a ti

respondo que lo seremos.

Frondoso:

1305

|| Dexa que tus plantas bese

por la merced recebida,

pues el cobrar nueva vida

por ella es bien que confiesse.

Laurencia:

|| De cumplimientos acorta,

1310

y, para que mejor cuadre,

habla, Frondoso, a mi padre,

pués es lo que más importa,

|| que allí viene con mi tío;

y fía que ha de tener

1315

ser, Frondoso, tu mujer

buen sucesso.

Frondoso:

                              ¡En Dios confío!

 

Escónde[n]se.

 

Salen Esteban, alcalde, y el Regidor.

 

Esteban:

|| Fue su término de modo,

que la plaça alborotó.

En efeto, procedió

1320

muy descomedido en todo.

|| No hay a quien admiración

sus demasías no den.

La pobre Jacinta es quien

pierde por su sinrazón.

Regidor:

1325

|| Ya [a] los Católicos Reyes,

que este nombre les dan ya,

presto España les dará

la obediencia de sus leyes.

|| Ya sobre Ciudad Real,

1330

contra el Girón que la tiene,

Santiago a caballo viene

por capitán general.

|| Pésame; que era Jacinta

donzella de buena pro.

Esteban:

1335

¿Luego a Mengo le açotó?

Regidor:

No hay negra bayeta o tinta

|| como sus carnes están.

Esteban:

Callad; que me siento arder

viendo su mal proceder

1340

y el mal nombre que le dan.

|| Yo, ¿para qué traigo aquí

este palo sin provecho?

Regidor:

Si sus crïados lo han hecho,

¿de qué os afligís así?

Esteban:

1345

|| ¿Queréis más que me contaron

que a la de Pedro Redondo

un día, que en lo más hondo

deste valle la encontraron,

|| después de sus insolencias,

1350

a sus crïados la dio?

Regidor:

Aquí hay gente.¿Quién es?

Frondoso:

                                                      Yo,

que espero vuestras licencias.

Esteban:

|| Para mi casa, Frondoso,

licencia no es menester;

1355

debes a tu padre el ser

y a mí otro ser amoroso.

|| Hete crïado, y te quiero

como a hijo.

Frondoso:

                             Pues señor,

fïado en aquesse amor,

1360

de ti una merced espero.

|| Ya sabes de quién soy hijo.

Esteban:

¿Hate agraviado esse loco

de Fernán Gómez?

Frondoso:

                                    No poco.

Esteban:

El coraçón me lo dixo.

Frondoso:

1365

|| Pues señor, con el seguro

del amor que habéis mostrado,

de Laurencia enamorado,

el ser su esposo procuro.

|| Perdona si en el pedir

1370

mi lengua se ha adelantado;

272v

que he sido en dezirlo osado,

como otro lo ha de dezir.

Esteban:

|| Vienes, Frondoso, a ocasión

que me alargarás la vida,

1375

por la cosa más temida

que siente mi coraçón.

|| Agradezco, hijo, al cielo

que assí vuelvas por mi honor

y agradézcole a tu amor

1380

la limpieza de tu zelo.

|| Mas como es justo, es razón

dar cuenta a tu padre desto,

sólo digo que estoy presto,

en sabiendo su intención;

1385

|| que yo dichoso me hallo

en que aquesso llegue a ser.

Regidor 1°:

De la moça el parecer

tomad antes de acetallo.

Esteban:

|| No tengáis desso cuidado,

1390

que ya el caso está dispuesto.

Antes de venir a esto,

entre ellos se ha concertado.

|| En el dote, si advertís,

se puede agora tratar;

1395

que por bien os pienso dar

algunos maravedís.

Frondoso:

|| Yo dote no he menester;

desso no hay que entristeceros.

Regidor:

Pues que no la pide en cueros

1400

lo podéis agradecer.

Esteban:

|| Tomaré el parecer della;

si os parece, será bien.

Frondoso:

Justo es; que no haze bien

quien los gustos atropella.

Esteban:

1405

|| ¡Hija! ¡Laurencia!

Laurencia:

                                          Señor.

Esteban:

Mirad si digo bien yo.

¡Ved qué presto respondió!

Hija Laurencia, mi amor

|| a preguntarte ha venido . . .

1410

(apártate aquí) . . . si es bien

que a Gila, tu amiga, den

a Frondoso por marido,

|| que es un honrado zagal,

si le hay en Fuente Ovejuna.

Laurencia:

1415

¿Gila se casa?

Esteban:

                              Y si alguna

le merece y es su igual . . .

Laurencia:

|| Yo digo, señor, que sí.

Esteban:

Sí; mas yo digo que es fea

y que harto mejor se emplea

1420

Frondoso, Laurencia, en ti.

Laurencia:

|| ¿Aún no se te han olvidado

los donaires con la edad?

Esteban:

¿Quiéresle tú?

Laurencia:

                              Voluntad

le he tenido y le he cobrado;

1425

|| pero por lo que tú sabes.

Esteban:

¿Quieres tú que diga sí?

Laurencia:

Dilo tú, señor, por mí.

Esteban:

¿Yo? ¿Pues tengo yo las llaves?

|| Hecho está.Ven, buscaremos

1430

a mi compadre en la plaça.

Regidor:

Vamos.

Esteban:

                  Hijo, y en la traça

del dote, ¿qué le diremos?

|| Que yo bien te puedo dar

cuatro mil maravedís.

Frondoso:

1435

Señor, ¿esso me dezís?

¡Mi honor queréis agraviar!

Esteban:

|| Anda, hijo; que esso es

cosa que passa en un día;

que si no hay dote, a fe mía,

1440

que se echa menos después.

 

Vanse, y queda[n] Frondoso y Laurencia.

 

Laurencia:

|| Di, Frondoso, ¿estás contento?

Frondoso:

¡Cómo si lo estoy! ¡Es poco,

pues que no me vuelvo loco

de gozo, del bien que siento!

1445

|| Risa vierte el coraçón

por los ojos de alegría

viéndote, Laurencia mía,

en tan dulce possessión.

 

Vanse.

 

273r

Salen el Maestre, el Comendador, Flores y Ortuño.

 

Comendador:

|| Huye, señor, que no hay otro remedio.

Maestre:

1450

La flaqueza del muro lo ha causado,

y el poderoso exército enemigo.

Comendador:

Sangre les cuesta e infinitas vidas.

Maestre:

Y no se alabarán que en sus despojos

pondrán nuestro pendón de Calatrava,

1455

que a honrar su empresa y los demás bastaba.

Comendador:

Tus designios, Girón, quedan perdidos.

Maestre:

¿Qué puedo hazer, si la fortuna ciega

a quien hoy levantó, mañana humilla?

 

Dentro.

 

[Voces:]

¡Vitoria por los Reyes de Castilla!

Maestre:

1460

Ya coronan de luzes las almenas,

y las ventanas de las torres altas

entoldan con pendones vitoriosos.

Comendador:

Bien pudieran, de sangre que les cuesta.

A fe que es más tragedia que no fiesta.

Maestre:

1465

Yo vuelvo a Calatrava, Fernán Gómez.

Comendador:

Y yo a Fuente Ovejuna, mientras tratas

o seguir esta parte de tus deudos,

o reduzir la tuya al Rey Católico.

Maestre:

Yo te diré por cartas lo que intento.

Comendador:

1470

El tiempo ha de enseñarte.

Maestre:

                                                ¡Ah, pocos años,

sujetos al rigor de sus engaños!

 

 

[Casa de Esteban.]

 

Sale la boda, Músicos, Mengo, Frondoso, Laurencia,

Pascuala, Barrildo, Esteban, alcalde [y Juan Rojo].

 

Músicos:

|| ¡Vivan muchos años

los desposados!

¡Vivan muchos años!

Mengo:

1475

|| A fe que no os ha costado

mucho trabajo el cantar.

Barrildo:

Supiéraslo tú trovar

mejor que él está trovado.

Frondoso:

|| Mejor entiende de açotes

1480

Mengo que de versos ya.

Mengo:

Alguno en el valle está,

para que no te alborotes,

|| a quien el Comendador . . .

Barrildo:

No lo digas, por tu vida;

1485

que este bárbaro homicida

a todos quita el honor.

Mengo:

|| Que me açotasen a mí

cien soldados aquel día . . .

sola una honda tenía;

1490

harto desdichado fui.

|| Pero que le hayan echado

una melezina a un hombre,

que, aunque no diré su nombre

todos saben que es honrado,

1495

|| llena de tinta y de chinas

¿cómo se puede sufrir?

Barrildo:

Haríalo por reír.

Mengo:

273v

No hay risas con melezinas;

|| que aunque es cosa saludable . . .

1500

yo me quiero morir luego.

Frondoso:

Vaya la copla, te ruego,

si es la copla razonable.

Mengo:

|| Vivan muchos años juntos

los novios, ruego a los cielos,

1505

y por envidia ni zelos

ni riñan ni anden en puntos.

|| Llevan a entrambos difuntos,

de puro vivir cansados.

¡Vivan muchos años!

Frondoso:

1510

|| ¡Maldiga el cielo el poeta,

que tal coplón arrojó!

Barrildo:

Fue muy presto . . .

Mengo:

                              Pienso yo

una cosa desta seta.

|| ¿No habéis visto un buñolero,

1515

en el azeite abrasando

pedazos de masa echando

hasta llenarse el caldero?

|| Que unos le salen hinchados,

otros tuertos y mal hechos,

1520

ya çurdos y ya derechos,

ya fritos y ya quemados.

|| Pues assí imagino yo

un poeta componiendo,

la materia previniendo,

1525

que es quien la masa le dio.

|| Va arrojando verso aprisa

al caldero del papel,

confïado en que la miel

cubrirá la burla y risa.

1530

|| Mas poniéndolo en el pecho,

apenas hay quien los tome;

tanto, que sólo los come

el mismo que los ha hecho.

Barrildo:

|| Déxate ya de locuras;

1535

dexa los novios hablar.

Laurencia:

Las manos nos da a besar.

Juan Rojo:

Hija, ¿mi mano procuras?

|| Pídela a tu padre luego

para ti y para Frondoso.

Esteban:

1540

Rojo, a ella y a su esposo

que se la dé el cielo ruego,

|| con su larga bendición.

Frondoso:

Los dos a los dos la echad.

Juan Rojo:

¡Ea, tañed y cantad,

1545

pues que para en uno son! 

Músicos:

|| Al val de Fuente Ovejuna

la niña en cabellos baxa;

el caballero la sigue

de la Cruz de Calatrava.

1550

Entre las ramas se esconde,

de vergonçosa y turbada;

fingiendo que no le ha visto,

pone delante las ramas.

«¿Para qué te ascondes,

1555

niña gallarda?

Que mis linces desseos

paredes passan».

Acercóse el caballero,

y ella, confusa y turbada,

1560

hazer quiso celosías

de las intricadas ramas;

mas como quien tiene amor

los mares y las montañas

atraviessa fácilmente,

1565

la dize tales palabras:

«¿Para qué te ascondes,

niña gallarda?

Que mis linces desseos

paredes passan».

 

Sale[n] el Comendador, Flores, Ortuño y Cimbranos.

 

Comendador:

1570

|| Estése la boda queda

y no se alborote nadie.

Juan [Rojo]:

No es juego aqueste, señor,

y basta que tú lo mandes.

¿Quieres lugar? ¿Cómo vienes

1575

con tu belicoso alarde?

¿Venciste? Mas, ¿qué pregunto?

Frondoso:

¡Muerto soy! ¡Cielos, libradme!

Laurencia:

Huye por aquí, Frondoso.

Comendador:

Esso no; ¡prendelde, atalde!

Juan [Rojo]:

274r

Date, muchacho, a prisión.

Frondoso:

Pues ¿quieres tú que me maten?

Juan [Rojo]:

¿Por qué?

Comendador:

No soy hombre yo

que mato sin culpa a nadie;

que si lo fuera, le hubieran

1585

passado de parte a parte

essos soldados que traigo.

Llevarlo mando a la cárcel,

donde la culpa que tiene

sentencie su mismo padre.

Pascuala:

1590

Señor, mirad que se casa.

Comendador:

¿Qué me obliga a que se case?

¿No hay otra gente en el pueblo?

Pascuala:

Si os ofendió, perdonadle,

por ser vos quien sois.

Comendador:

                                                No es cosa,

1595

Pascuala, en que yo soy parte.

Es esto contra el Maestre

Téllez Girón, que Dios guarde;

es contra toda su Orden,

es su honor, y es importante

1600

para el exemplo, el castigo;

que habrá otro día quien trate

de alçar pendón contra él,

pues ya sabéis que una tarde

al Comendador mayor,

1605

(¡qué vassallos tan leales!)

puso una ballesta al pecho.

Esteban:

Supuesto que el disculparle

ya puede tocar a un suegro,

no es mucho que en causas tales

1610

se descomponga con vos

un hombre, en efeto, amante;

porque si vos pretendéis

su propia mujer quitarle,

¿qué mucho que la defienda?

Comendador:

1615

Majadero sois, alcalde.

Esteban:

Por vuestra virtud, señor.

Comendador:

Nunca yo quise quitarle

su mujer, pues no lo era.

Esteban:

¡Sí quisistes . . . ! Y esto baste;

1620

que Reyes hay en Castilla,

que nuevas órdenes hazen,

con que desórdenes quitan.

Y harán mal, cuando descansen

de las guerras, en sufrir

1625

en sus villas y lugares

a hombres tan poderosos

por traer cruces tan grandes;

póngasela el Rey al pecho,

que para pechos reales

1630

es essa insignia y no más.

Comendador:

¡Hola! ¡La vara quitadle!

Esteban:

Tomad, señor, norabuena.

Comendador:

[golpeando a Estaban con la vara.]

Pues con ella quiero dalle

como a caballo brioso.

Esteban:

1635

Por señor os sufro. Dadme.

Pascuala:

¿A un viejo de palos das?

Laurencia:

Si le das porque es mi padre,

¿qué vengas en él de mí?

Comendador:

Llevadla, y hazed que guarden

1640

su persona diez soldados.

 

Vase él y los suyos.

 

Esteban:

Justicia del cielo baxe.

 

Vase.

 

Pascuala:

Volvióse en luto la boda.

 

Vase.

 

Barrildo:

¿No hay aquí un hombre que hable?

Mengo:

Yo tengo ya mis açotes,

1645

que aún se ven los cardenales

sin que un hombre vaya a Roma.

Prueben otros a enojarle.

Juan [Rojo]:

Hablemos todos.

Mengo:

                                    Señores,

aquí todo el mundo calle.

1650

Como ruedas de salmón

me puso los atabales.

 

Fin del acto segundo.