BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Don Juan Manuel

1282 - 1349

 

Libro de los estados

 

El primer libro

 

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[Capítulo LV]

 

El lv° capítulo fabla en cómmo el infante dixo a Julio que tantas cosas podría omne preguntar, que él nin omne del mundo non le podríen dar recabdo.

 

«Julio,» dixo el infante, «tantas cosas podríe omne preguntar que vos nin omne del mundo non podría dar a ellas recabdo. Mas pues entiendo que a estas quatro cosas que vos pregunté me avedes respondido tan con rrazón, dígovos que tengo que todo lo que se faze en la eslecçión et confirmaçión del enperador que es muy bien fecho et con rrazón. Et, pues en esto somos muy bien acordados, rruégovos que me digades lo que entendedes en muchas dubdas que tomo en las cosas que an de fazer los enperadores después que son confirmados et usan del enperio; de que tomo muy grant dubda que son grant peligro para sus almas, et aun de las sus faziendas et de las sus famas, porque tengo que los estados de los enperadores son muy peligrosos.»

«Sennor infante,» dixo Julio, «muchas vezes vos he dicho que non a fecho en el mundo nin cosa en que muchos peligros non aya, nin estado en que el omne non pueda perder el alma si quisiere. Et el mismo vos digo agora en el estado de los enperadores, que si quisieren, bien pueden perder las almas et aun los cuerpos; mas, si quisieren, non ay estado en que mejor las pueden salvar. Et, si queredes saber cómmo lo pueden fazer, yo vos lo diré en pocas palabras: çierto es que muchos enperadores fueron sanctos, pues el que fuere enperador sepa la manera en que visco et las obras que fizo aquel enperador que fue sancto, et faga lo que el otro fazía, et será salvo et aun sancto.»

«Julio,» dixo el infante, «bien sé yo que los enperadores salvarse pueden; mas entiendo yo tantos peligros en los sus fechos et en la vida que an de fazer en el mundo, que tengo que es muy grave {70a} de se salvar. Ca çierto es que muy grave cosa es estar omne en el fuego et non se quemar.»

» Sennor infante,» dixo Julio, «todo esto que vós dezides es verdat. Mas, bien así commo dezides que es grave cosa estar omne en el fuego et non se quemar, bien así es muy grant meresçimiento el que está en el mundo aviendo muy grant poder para fazer lo que quisiere et conplir su voluntad, [dexa de fazer mal] et non lo dexar por mengua de poder nin de riquezas nin por miedo, et dexarlo por non fazer pesar a Dios, et fazer muncho bien, et non tomar deleite, nin sobervia nin locanía, por el poder que ha. Ca vós sabedes, sennor, que en el evangelio non loa Dios al pobre, mas loa al pobre de voluntad.

Et dezirvos ía un miraglo que conteçió a un sancto omne, de una visión, en tal fecho commo éste, sinon porque sería muy luengo. Mas dezirvos he del alguna palabra que conpliría para esto. Dixo un ves el dicho omne sancto que más se deleitava él quando traía la mano a la su gata por el lomo que sant Gregorio, que era papa, en todas sus riquezas.

Et así, sennor infante, commo quier que los enperadores bivan en algunos peligros para la su salvaçión, tengo que muchas maneras an, más que los otros omnes, para la aver, si viviere[n] como deve[n]. Pero, pues esta dubda tomades, dezidme en quáles cosas dubdades et yo respondervos he a ello lo mejor que pudiere.»