BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Don Juan Manuel

1282 - 1349

 

Libro de los estados

 

El primer libro

 

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[Capítulo LXXXV]

 

El lxxxv° capítulo fabla en cómmo Julio dixo al infante que en pos los infantes, los más onrados omnes et de mayor estado son sus fijos legítimos. {91a}

 

«Sennor infante,» dixo Julio, «en pos los infantes los más onrrados omnes de mayor estado son sus fijos legítimos. Et aun para que sean ellos onrrados cunple mucho que sean sus madres de linage de rreys o de muy alta sangre. Et, sennor infante, commo quier que este estado es muy onrrado, creed por çierto que es muy más peligroso que el de los infantes. Et la razón por que lo es yo vos la diré adelante. Pero dezirvos he lo que me dixo don Johan, aquel mi amigo, que es fijo del infante don Manuel, segund yo desuso vos dixe.

Acaeçió que un día stávamos departiendo amos en uno, et díxome que avía un arçobispo en Santiago quel dixiera[n] don Roy Padrón, que era mucho su amigo, et que acaeçió una vez que por contienda que ovieran entre el rrey don Fernando et el infante don Johan su tío, que don Johan que vino en ayuda del infante don Johan, que era su primo et se amavan más que omnes en el mundo. Et acaeçió que para se avenir que vino el rrey a Palençia et don Johan a Duennas. Et para fablar en el abenençia fin[c]ó el rrey en Palençia et el infante don Johan en Duennas. Et la duen[n]a donna María, madre del rrey don Ferrando, vino a Sancta María de Villa Moriel et el dicho arçobispo de Sanctiago con ella. Et don Johan vino ý a la rreina. Et desque obieron mucho fablado en el abenençia de todos et fincó el pleito asegurado, porque el arçobispo avía ante conbidado a don Johan et fue comer con él. Et desque ovieron comido fincaron amos en la cámara apartados, departiendo muchas cosas; ca el arçobispo era muy buen omne et de muy buen entendimiento et de buena pa{91b}labra. (Et) en manera de départimiento et de plazer, assí commo amigos que ellos eran, començógelo dezir en su lenguage gallego por esta manera: ‹Don Johan, mío sennor et mío amigo, vien vos dezimos en verdat que nós beyemos muchas estorias et muchas corónicas, et sienpre fallamos en ellas que los fijos de los infantes fuera[n] muy bien si fueran mejores. Et nunca fallamos que fueron muy buenos. Et aun los fijos de los infantes que agora son en Castiella, parésçenos que si maravilla non fuere non querrán fazer mintrosas las scripturas. Et plazernos ía mucho que vos, que sodes mucho nuestro amigo, que vós trabajedes que non fuessen en vós verdaderas. Et commo quier que algunt poco las desmintiestes agora en lo que avedes fecho en esta venida, por el infante don Johan, rreçelamos que non queredes fincar solo et que queredes fazer como los otros. Et rrogámosvos que creades un bueno amigo que dize que más vale omne andar solo que mal aconpannado. Et dezímosvos que si en alguna cosa non fiziéredes commo los otros, que tenemos por çierto que será por la vondat que nós sabemos que ovo en vuestra madre et por la buena criança que fizo en vós en quanto visco.› Et sobre esto rrieron et departieron mucho.

Et desque don Johan me contó esto quel acaeçiera con el arçobispo, departientes mucho afincadamente et escodrin[n]antes, que pues ninguna cosa non se faze sin ninguna rrazón, ¿quál era la rrazón por que esto acaeçió? Et fallamos rrazones por [que] esto deve seer así.

La primera es porque los fijos de los infantes non son tan vien criados commo les cunpla. Ca los que los crían, por les fazer plazer, trabajan {91c} en los falagar et consiéntenle[s] quanto quieren et lóanles quanto fazen. Et porque todos los omnes, et sennaladamente los moços, quieren más conplir su voluntad que otra cosa – et la voluntad demanda siempre lo contrario – toman por esto los fijos de los infantes muy grant dapnno, tanbién en las costumbres commo en las maneras commo en todas las cosas que an de dezir et de fazer.

Otrosí les enpesçe mucho porque ellos cuidan et les dan a entender que porque son mucho onrrados et de muy alta sangre que se a de fazer quanto ellos quieren, sin trabajar ellos mucho por ello. Et en esto son engannados, ca çierto cred que en mal punto fue nascido el omne que quiso valer más por las obras de su linage que por las suyas.

Otrosí les enpeçe mucho porque ellos tienen que an de mantener el estado et la onrra de los infantes sus padres, et los infantes mantiénense commo los rreys sus padres. Et así torna el pleito que los fijos de los infantes tienen que an de mantener estado de rreyes – et a conparaçión de lo que los rreyes an es muy poco lo que an ellos – et non pueden conplir lo que les era mester.

Otrosí, todas las gentes non deven por rrazón de les fazer aquella onrra nin aquella reverençia que fazían a los infantes sus padres.

Et por todas estas razones [çierto cred] que si [a] los fijos de los infantes non les faze Dios mucha merçed – et sennaladamente en les dar entendimiento et muy grant esfuerço – çierto cred que non a en el mundo estado más aparejado para non fazer todo lo que cunple, tanbién para el cuerpo {91d} commo para el alma.»

«Julio,» dixo el infante, «tengo que los fijos de los infantes que fueron fasta aquí et non fueron muy loados de las gentes, que les acaesçió por estas rrazones dichas o por alguna déllas. Ca tantas rrazones et con virtud me avedes dicho porque el estado de los fijos de los infantes es muy peligroso para salvar las almas [et] para mantener los cuerpos en aquella onrra et estado que deven, que yo verdad vos digo que non tengo por marabilla de les acresçer esto que vós dezides. Et tengo que faze Dios mucha merçet al que es de tal estado, si faze tales obras que puede seer amado de Dios et loado de las gentes.

Et por ende vos ruego que me mostredes los otros estados de los omnes, que mucho querría fallar otro en que se me asegurase más la voluntad para poder en él salvar el alma.»