BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Juan González de Mendoza

1540 - 1617

 

Historia del

Gran Reyno de la China

 

1585

 

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AL ILLUSTRISSIMO

SEÑOR FERNANDO

DE VEGA Y FONSECA,

MI SEÑOR

 

Del Conſejo de ſu Mageſtad, y ſu Preſidente en

el Real delas Indias.

 

VANDO el anno de mill y quinientos y ochenta, su Mageſtad me mando, que paßaſſe al Reyno de la China, a hazer de ſuparte (con un preſente de Varias y ricas preſeas para aquel Rey) demoſtracion dela amiſtad y buena correſpõdencia, que queria tener con el, y comercio entre los vaſallos de entrambos por la parte de Philippinas: el Illustriſſimo Don Antonio de Padilla y Meneſes de buena memoria, anteceſor de V. S. Illustriſſima me encomendo que con curioſidad notaſe las coſas de aquel Reyno, para hazerle amibuelta larga relacion de lo que huuieße visto y entendido. Pienſo que con animo de encaminar, por algun buen modo, con la noticia de las coſtumbres de aquellas gentes, ydiſpoſicion de la tierra, laconverſion de ellas ala fee Catolica. Y conociendo eſte ſanto propoſito de aquel caballero tome tan ami cargo eſte cuidado, que aunque llegado a Mexico conforme a la orden de ſu Mageſtad, ſe dilato mijornada para mejor ocaſion, todauia de loque alli procure informarme, y entendi de perſonas que auian eſtado en la China, y hecho traducir algunas coſas delos libros y hiſtorias de aquel Reyno, y de algunos papeles y relaciones que pude hauer alas manos bi? comprouados, hize un breue compendio, dedonde ſe podia ſacar alguna noticia, del ſitio, y deſcripcion de aquellas prouincias, y fertilidad de ellas, dela Religion, ritos y ceremonias de los moradores, policia cõ que ſe gouiernan enpaz, y orden de milicia con que ſe ſuſtentan y defienden delas gentes con quien confinan, y otras coſas particulares. Pero buelto a Espanna y hallando, que el ſennor preſidente (a cuyo ſervicio traia dedicado eſte pequenno trabajo) era fallecido, pareciome que ceſſando con ſu muerte el fin para que yo auia con diligencia juntado todo lodicho, ceſſaua tãbien la ocaſſiõ de publicarlo: haſta que venido a eſta corte, y auiendo besado el pie ala ſancta memoria del Papa Gregorio XIII. y por su mãdado dadole noticia dela que yo tenia delas coſas de aquel Reyno, conque su beatitud recibio guſto, me ordeno que juntandolas conlamejor orden que ſupieße las ſacaſſe a luz para deſpertar mayor deſeo de la ſaluacion de tantas almas (como alli ſepierden) en los fieles pechos de nueſtros Eſpannoles : con lo qual tuue alguna tentacion (quiero llamarla aſsi) de publicarlas: y juntandoße aeſte eſtimulo de ſu ſanctidad, el que me dio luego la nueua de la promocion de V.S.I. aeſſe lugar tambien merecido, noquiſe dilatar la execucion de este penſamiento haſta mi buelta a Espanna, por que la conſideracion del mal eſtilo con que eſtan eſcritas no le resfriaſſe y aſi mal ordenada, y mal corregida, qual ella es. Ofreſco a V.S.I. eſta hiſtoria, o por mejor dezir compendio, delas coſas mas notables de la China, para que con ſu mucha prudencia pueda notar en ella, no el buen eſtilo, de que va tan deſnuda, ſino la dispoſicion que ay en aquel Reyno, para hazerle a nueſtro ſennor tan ſennalado ſervicio (digno del valor de V.S.I. y del felice tiempo en que preſide en eße Real conſejo) tratando de la reducion de tantas gentes a la jglesia Romana: y procurando que su Mageſtad ayudado de la milicia eſpiritual delos predicadores y religioſos (que es la que conquiſta las almas y corazones con la eſpada de dos filos dela palabra del ſennor) haga no menos glorioſas empreſas en la Aſia, que las que tiene hechas en tantas partes de la Europa y Africa : con las quales ſobre pujando las de Alexandro (que ambicioſo se afligia, de no hauer podido al canzar el Imporio de mas de un mundo) le corone el que los hizo todos de nada: del que deſpues de eſte ſe a de gozar eternamente, ſin miedo de perderſe; donde tambien herede a V.S.I. como a tan principal conquiſtador. Plega a ſu divina Mageſtad, que como a hecho en las de mas coſas, donde a querido moſtrar su grandeza ſaque agora de tan pequenno y flaco inſtrumento como eſte mi libro (que con mucha verguenza pongo a los pies de V.S.I.) una obra tan alta como la que yo deſſeo, y eſpero de la grandez de animo de ſu Mageſtad, con el maduro conſejo de V. S. Cuya Illustriſſima perſona, guarde acreciente y proſpere nueſtro ſennor para grandes effectos de ſu ſervicio.

de Roma. 17. de Junio. 1585.

 

Ilustriſſimo señor.

 

Beſa las manos a V. S. I.

ſu ſieruo y capellan.

 

Fr. Io. Gonzalez de

Mendoza.