BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Gustavo Adolfo Bécquer

1836 - 1870

 

La ventá encantada

 

Acto tercero

 

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Escena última.

 

Vuelve á abrirse la puerta de la venia y comienza á desfilar una procesion de fantasmas, vestidos de blanco y con hachas encendidas. El barbero, disfrazado tambien, los precede y dirige, llevando el compás de su canto, y detrás de todos , sobre unas andas y dentro de una jaula de madera, traen á D. Quijote. Maritornes, el ventero y algunos otros se asoman con candiles á las ventanas de la casa. Sancho, al decir los últimos versos, monta en el rucio y sigue á su señor sollozando.

 

Todos.

(Menos los fantasmas.)

Bizarra ocurrencia,

idea feliz.

Sancho.

¡Oh Dios! Me persiguen...

¿Qué hacer? ¡ay de mí?

Barb.

Compás y mesura.

Mas lúgubre: asi.

Coro.

Miserere, miserere, etc.

Quij.

Adios, adios, Sancho amigo;

ya es inútil mi valor.

No hay poder contra un conjuro.

Adiós, Sancho amigo, adiós.

Sancho.

¡Pobre señor! ¡Pobre señor!

Ven, rucio, ven y sigámosle,

que ingrato no he de ser yo.

Todos.

¡Pobre señor!

El cielo quiera apiadado

volverle al fin la razón.

 

Fin de la zarzuela.