BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Leonor López de Córdoba y Carrillo

1362/63 - poco después de 1412

 

Memorias

 

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9. Y el Señor Rey mandó que le cortasen la cabeza á mi padre en la plaza de San Francisco, de Sevilla, y que le fuesen confiscados sus bienes y los de su yerno, valedores y criados.

10. Y yéndole acortar la cabeza encontró con Mosen Beltrán de Clequin, caballero francés, que fue el caballero que el Rey Don Pedro se había fiado del que lo pornía en salvo, es tando cercado en el castillo de Montiel; y no cumpliendo lo que le prometió, antes le entregó al Rey Don Enrique para que lo matase; y como encontró á el Maestre, díjole: Señor Maestre, ¿no os decía yo que vuestras andanzas habían de parar en esto? Y él respondió: Más vale morir como leal, como yo lo he hecho, que no vivir como vos.

 

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COMENTARIO

 

9. Ayala dice: «E por cuanto el Rey le había sentenciado é otrosí por lasaña que había del especialmente por la muerte que ficiera de aquéllos ornes de armas, sus criados del Rey, que habían sido por él escala en Carmena, fizólos matar en Sevilla á él é á Marcos Fernández. Otra narración, citada por Llaguno, cuenta que en 12 de Junio arrastraron á Martín López por toda Sevilla é le cortaron los pies y las manos en la plaza de San Francisco y le quemaron. Creo que esto último debe referirse, si acaso, solamente, á las manos y pies, puesto que la piedad filial hizo trasladar los huesos del Maestre, como se verá adelante, á sepultura honorífica en Córdoba. Lo que parece más verosímil es que su escribiente puso quemaron en vez de degollaron. Marcos Fernández de Cáceres, Canciller del Sello de la paridad del Rey Don Pedro, recibió idéntico castigo. Consta que Pedro López de Ayala no dejó escrito el género de muerte que sufrió López de Córdoba. García de Salazar, en su Historia de las Bienandanzas e fortunas, hablando del Maestre y de Fernández, dice: «E como quier que (Don Enrique) los tomó sobre seguro, hízolos degollar diciendo que antes mataron ellos á aquellos cuarenta escuderos suyos teniéndolos segurados y en su poder».

Dormer, en la Enmiendas y Advertencias á las crónicas de AYALA, citando el compendio, afirma que quemaron al Maestre. Pudo ser que la venganza de Don Enrique, con nombre de castigo, se cumpliese así; pero de seguro Don Martín no murió en hoguera. Por aquellos tiempos se quemaba también, arrojando al condenado en una caldera de líquido hirviendo. Pero hay que creer con preferencia á Doña Leonor. Asegura que el padre pereció degollado.

10. Lope García de Salazar refiere puntualmente la traición de Mosen Beltrán Duguesclín, cosa que escribió con disculpas López de Áyala. Véanselas palabras de aquel historiador: «E veyéndose afincado (Don Pedro en Montiel) porque no tenía viandas ni socorro de alguna parte, hubo su habla con Mosen Beltrán de Claquin, Condestable de Francia, prometiéndole muchas villas é dineros é otras dádivas, porque le sacase de aquella villa é le pusiese en salvo de noche; y concertado con él hubo de hablar con el Rey Don Enrique para le vender por aquel precio mesmo que el Rey Don Pedro le daba. E sacólo de noche sobre su fe y homenaje y traxole á su tienda de noche, encima de su caballo é unas corazas verdes vestidas; é llegando á la tienda, hízole descalvagar contra su voluntad, diciendo que luego le llevaría en salvo, y con esto hízole saber al Rey Don Enrique, el qual vino armado de todas armas.»

Así se escribía pasado un siglo del suceso. Ayala, queriendo honrar á Don Enrique y á Mosen Beltrán de un modo en que no pudiera ponerse la nota de traición, escribió que el primero ofreció al segundo lo mismo que le había prometido Don Pedro; y esto sin pedirlo el caballero francés. Asegura que éste dudó en entregar ó no á Don Pedro; pero que sus parientes vencieron con su consejo la repugnancia que tenía. García de Salazar viene á confirmar el juicio que el desventurado Maestre D. Martín López de Córdoba hizo de D. Beltrán al mismo, cuando éste lo vio arrastrado por las calles de Sevilla, camino del suplicio. «Este Mossen Beltrán (escribe) era nativo é natural de Bretaña y hombre de poca manera. Y aunque él era de buen linaje, de los della, y por proeza de armas fue nombrado caballero é rico é presciado en la Corona de Francia é fue Condestable é Gobernador della, empero todas sus proezas que alcanzó hasta aquel día, le fueron é son é serán retraydas, porque á tan grande trayción, é sobré su fee vendió é hizo matar á tan alto ó noble rrey é príncipe, de lo qual todo aquel algo que por ello rescibió lo hubo de dejar acá, é dello no llevó sino la infamia, é sin ello é con ella pasó deste mundo